Cuando en nombre del amor se deja de amar.

En nombre del amor hay mucho dicho y escrito.

Hay quienes creen que es normal sufrir. Que no se puede amar sin dolor. Paradójicamente muchas veces la venganza es llevada a cabo con un puño, un arma de fuego o simplemente un cuchillo. Y es así como se da la última palabra. "No se hable más, es como lo digo yo". Y solo los ojos de espanto de quien fue el objeto de deseo y de amor son la última expresión que guardará para sí su pareja rechazada o abandonada.

En estos días se ha vuelto a hacer hincapié sobre la violencia de género. Al menos mirando un poco más hacia el primer mundo aunque es verdad que en "nuestro mundo" vivimos inmersos en diferentes clases de violencia diaria. Pero volviendo al tema de la violencia doméstica, la nota completa está en el vínculo de más arriba.

Me dió escalofríos ver el video de un programa tipo talk show español, donde una chica de 30 años rusa (Svetlana) rechaza la propuesta de compromiso de su ex novio tratando de ser lo más políticamente correcta y cuidada tambien. Dicho ex, sería luego quien la degollaría unos días después.

A causa de esto, la vicepresidenta primera del Gobierno español, convocó a las asociaciones de mujeres, Unión de Televisiones Comerciales a proponer medidas contra la violencia doméstica.

Está Svetlana y como invitado su ex Ricardo, quién se pone de rodillas, y le ofrece un anillo de compromiso. Le pide que reconsidere la relación de ambos y que desea vivir con ella el "resto de su vida".
Cualquier abuela hubiera dicho, "qué buen chico!!". Ese buen chico fue un hijo de puta que no solo mató a su ex novia sino tambien fue denunciado policialmente por ella anteriormente y por su ex mujer tambien con quien ha tenido un hijo.

Las frases que "Ricardito" le dice son:

"Te quiero. La vida es solo una como tu me dijiste y yo la quiero vivir contigo..."

"Quiero que te cases conmigo. Eres todo para mi. Todo. Todo. Todo. Sin ti no hay nada. Acéptalo."

"La vida es una y quiero vivirla contigo, para siempre."

Maltrato, violencia. Se acuerdan de la película "La maté porque era mía (Tango)"?

Generalizando, muchas veces leo demasiado romanticismo. Leo o escucho (hacia otros) promesas de amor, deseos de compromisos frente a Dios, frente a los amigos, frente al mundo si es necesario. Hay como un deseo de que quede bien claro que es ultra fuerte el amor frente a cualquier tormenta. La experiencia y "observación de campo" me indica que es muy débil ese amor tan ventilado, tan anunciado y tan formalizado en papeles, videos, programas o lo que sea.

Frente a un rechazo será de insano asesinar a quien se dijo que se amaba para siempre. Pero sin llegar a este extremo cuantas mujeres y hombres han amenzado con cometer locuras, suicidios, autoflagelación, con tal que no nos abandone quien decimos que amamos. Quizás para muchos no importe si es viva o muerta. Quizás para muchos no importe si han de humillarse, si han de sufrir aun más, si han de destruir lo poco bueno que les queda. Contra viento y marea quieren salvar ese amor ya desaparecido.

No reconocer el final de una relación, no es amar de verdad.
No soportar la negativa de quien pudo amarnos hasta ayer, no es amar de verdad.
No soportar el orgullo herido, no es amar de verdad. Es solamente ceguera, inseguridad, miedo y egoísmo al creer que no nos pueden dejar de amar.

Hay que saber quererse aunque nuestro ex amor nos haya dejado de amar. Quizás nos quiera, pero ya no nos ame más.
Todo tiene un ciclo. Un comienzo y un fin. No hay infinitos. Por suerte a veces.

Hay que valorar al amor y saber que siempre hay uno o muchos amores, muchas formas de recibir aquello que nos alimenta y nos hace sentir tan bien. No hay un solo ser. No hay un solo pozo que nos pueda alimentar. No lo agotemos. No lo asfixiemos. El amor se encuentra en la libertad y no en la posesión.